domingo, 18 de septiembre de 2016

MURDER IN THE FIRST (3A TEMP.): ASESINATO MEDIÁTICO Y CAZADOR CAZADO

Es una magnífica  noticia es que la Tercera Temporada no decaiga, mantiene el ritmo trepidante del que ya dejó constancia la Segunda Temporada, una trama detectivesca llena de sospechosos, sorpresas, intereses ocultos y asesinatos.

Esta vez, la víctima es una estrella del fútbol  americano vinculado sentimentalmente a una cantante famosa, asesinado el día de su cumpleaños delante de toda su gente: un asesinato mediático.

Las pesquisas de la policía para descubrir a su asesino suponen el principal hilo argumental, un enrevesado puzzle con múltiples piezas que irán  encajando gracias al buen hacer de la pareja protagonista y sus compañeros, su perseverancia y profesionalidad.

El otro protagonista de esta Temporada es Siletti, el implacable fiscal, obligado a sentarse por caprichos del destino en el banquillo de los acusados por una serie de desgraciadas casualidades. Y ocurre,por caprichos del destino,cuando al fin tenía la gloria laboral al alcance de sus dedos, el puesto soñado por todo aquel que ejerce la abogacía. Gracias al inesperado percance accedemos a la persona que se oculta tras el rocoso e implacable fiscal de temporadas anteriores, un ser ambicioso, arrogante, maquiavélico, que no dudará en utilizar las tretas más sucias para evitar la prisión o quedar estigmatizado por la asunción de culpabilidad.

La trama del fiscal resulta fallida, demasiado forzada para resultar creíble, desde el desliz inicial en los servicios hasta el atropello,todas las circustancias que lo rodean parecen cogidas con pinzas, incluido el rocambolesco devenir de los acontecimientos durante la fase judicial y la sentencia, que analizada con perspectiva y calma resulta excesivamente  dulzona.

En esta temporada se aclaran definitivamente los sentimientos de Hildy y Henrry, hay un salto cualitativo en su relación pero que dará lugar a una incompatibilidad laboral que les abrumará con incómodas dudas, casi insoportables. Aunque en las primera temporadas la tensión sexual parece metida con calzador, en esta última temporada resultan creíbles sus sentimientos y su afinidad, se percibe un cierto feeling entre ambos que parecía imposible.

Además hay un sentido del humor soterrado que apenas aparece en temporadas previas,un humor negro que no todo el mundo entiende, como por ejemplo cuando una mujer pega dos tiros a un hombre, uno en el diafragma,entre pecho y pecho y el otro, mortal de necesidad entre ceja y ceja, y cuando yace en el suelo más tieso que una mojama en el Ártico, le da patadas, pero no de odio o alivio sino de comprobación, para ver si sigue vivo, como si hubiera visto minutos antes unos cuantos episodios de "The Walking Dead" y fuera incapaz de discernir en ese momento entre realidad y ficción.

Resumiendo: Tres Temporadas que aunque con carencias,algunos fallos de guión  y unos finales manifiestamente mejorables cumple con su objetivo de entretener; tiene ritmo,logra atrapar al espectador,envolverlo en su trama, los personajes están bien definidos, tienen una profundidad que se nos va mostrando progresivamente y ofrece credibilidad al mostrar al gremio policial y la maraña de sospechosos, imprescindible para crear incertidumbre.

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