sábado, 31 de enero de 2015

FARGO O EL DESDOBLAMIENTO MAQUIAVÉLICO

ADVERTENCIA: CONTIENE SPOILERS
Tenía necesidad de ver la serie que derrotó a True detective como mejor miniserie del 2014, obteniendo el Globo de Oro. Y debo decir que una vez vista tiene argumentos que justifican el fallo, aunque tampoco hubiera sido injusto que la serie de Nick Pizzolatto hubiese obtenido el galardón.
Debo aclarar que para entender la serie me he visto obligado a profundizar en las motivaciones del desgraciado protagonista e interpretar de un modo singular lo acontecido, solo así logro encontrarle explicación a lo que ocurre en uno de los momentos claves de la serie: el extraño comportamiento del protagonista en su viaje a las Vegas y las ineludibles consecuencias, que marcarán el devenir de los últimos capítulos.
Si el espectador se queda en la superficie se limitará a presenciar una sucesión de muertes, causadas casi todas ellas por un eficaz e implacable sicario, pero no encontrarán una justificación coherente alguna al desenlace que tiene lugar en la ciudad antes citada: el maquiavélico instinto de conservación de Lester lo invalidaría.
La serie comienza con un suculento cebo preparado para seriéfilos hambrientos, un recurso utilizado desde los albores del cine: la innata empatía que genera en el espectador el débil,  el perdedor, el perseguido, el acosado sin causa. Este desequilibrio genera en quien lo ve un instintivo deseo de venganza que proyecta sobre el sufriente, anhela una "justicia universal" en la cuál la ley adquiere un papel testimonial.
Pero en vez de optar por la evolución competencial o la optimización de los recursos en pos de un objetivo prioritario que transforme a la víctima en brazo ejecutor (restablecimiento final del equilibrio perdido), el guionista elige el camino más complejo: el desdoblamiento de Lester en dos entidades: a) una gobernada por sus instintos más primitivos, implacable, que no dudará en matar...y b) otra más sibilina, cuyo único objetivo será evitar la cárcel,y no dudará en despojarse de la moral,la ética y los escrúpulos para que sea otro el que cargue con su culpa.
Podría decirse que el protagonista se va "breaking-badizando", se va volviendo malo en una doble vía, de forma moral y criminal,no dudando en matar,menospreciar,ignorar o arrastrar por el fango a todo aquél que se interponga en su camino. Se trata de quedar impune,aunque sea de forma artera.
Mientras que la forma corpórea es la parte más sumisa, la que se encarga de "negociar" con la ley su posible responsabilidad, es su "alter ego" el dominante, el ejecutor,el asesino que se limita a matar a todo aquél que pudiera encausarle con una eficacia e impunidad que le convierten en un ser más etéreo que corpóreo; es como un fantasma que mata y desaparece sin dejar rastro,sin sufrir daño alguno en situaciones en las que parece casi imposible que esto ocurra. De hecho solo se vuelve vulnerable al final por causas endógenas.
Y ocurre algo realmente curioso: cuando Lester logra esquivar todos los disparos de la justicia, ha encontrado el amor, triunfa en el ámbito laboral y ha recuperado  la autoestima perdida se topa con el enemigo más peligroso porque te carcome por dentro,te va devorando: los remordimientos, los afilados dientes de la mala conciencia. Lo cierto es que en las Vegas afloran sus instintos más primarios: primero eros, lo que le lleva a buscar una fugaz aventura entre copa y copa mientras su pareja descansa en una habitación unos pisos más arriba y luego Tánatos,el instinto de destrucción que ya fue descrito por Freud. Lo personaliza Lorne, su lado más salvaje y despiadado,el asesino, pero que una vez logrado su objetivo Ha modificado su estado,se ha integrado en la sociedad.
Son esos remordimientos los que despiertan de su letargo a la bestia, la provocan, hasta el punto de entrar en una imparable espiral de autodestrucción que le llevará a acabar con todo aquello que quiere y finalmente consigo mismo. No ha podido soportar la culpa, solo tiene que esperar a que el mundo se resquebraje a sus pies,
Quizás Lester sea el Raskolnikov ("Crimen y castigo) del siglo XXI