domingo, 11 de septiembre de 2016

MURDER IN THE FIRST (2A TEMP.): MANZANAS PODRIDAS EN EL CESTO POLICIAL

La Segunda Temporada mejora con creces a la Primera, hay más tensión, más frentes abiertos,más ritmo y una mayor profundización en los personajes; sale a relucir ese lado más personal,más privado de los policías y abogados que los vuelve frágiles, inseguros y que condiciona su actitud frente al trabajo como si fuera un daño colateral inevitable, incapaz de sustraerse a las secuelas de sus circustancias personales.

¿Y la trama? Distorsionemos un poco la Mitología para describirla brevemente: Poseido, dios del mal engendra un Niñatotauro con doble cabeza,una de ellas sanguinaria y la otra sumisa. Dejándose arrastrar por su naturaleza más cruel que pide sangre, la parte dócil colabora,convirtiéndose en cómplice de una matanza de jóvenes. Minos, el rey de la Justicia de-Creta que sea encerrado tan terrible animal en un laberinto (la otra cabeza cae abatida antes de ser encerrada).

Los policías Teseo y Ariadna, llevados por el instinto de conocer la naturaleza de aquel ser y tratar de explicar por qué lo hizo se adentran en el laberinto para encontrarlo,pero unidos por un hilo para que ambos permanezcan siempre en contacto, para que ni guno se pierda. Pronto descubren que hay encerrado en el laberinto un monstruo de muchas cabezas, una Medusa sindicada que va dejando un rastro de sangre allá por donde va y que se convierte en el objetivo prioritario de la pareja de policías.

En esta Segunda Temporada se abren numerosos frentes; es como si la matanza inicial de los dos jóvenes hubiera abierto una Caja de Pandora en las oficinas policiales donde se desarrolla la investigación, dejando al descubierto enemistades latentes entre compañeros, secretos, celos, debilidades y un sindicato que se mueve por las cloacas de la policía y que absorberá gran parte del interés del espectador. Si a esto le unimos una guerra de bandas con negros, chinos y metemos también a neonazis se le ofrecen al espectador subtramas que mantendrán el interés hasta el final.
Mención aparte merece la parte judicial que tanto peso tuvo en la Primera Temporada y que en esta Segunda adquiere un papel secundario. Más que un juicio parece un psicoanálisis básico por parte de su defensa para indagar en la infancia del acusado y su relación gregaria con el otro autor de la matanza a fin de atenuar su culpabilidad; buscar el origen de las razones que hayan podido impulsarle a cometer tan atroces delitos, una razón para explicar su comportamiento y tratar de demostrar que es una víctima de su pasado y de relaciones tóxicas que han limitado parcialmente su capacidad volitiva. ¿El objetivo? Evitar la pena de muerte.
¿Aspectos negativos? Pocos pero relevantes:

1.- El final. Absurdo por incongruente ¿Cómo es posible que Warren,el abogado que tan brillante papel tuvo en la primera Temporada aparezca solo en los minutos finales de esta Segunda Temporada y permita que su defendido, el supuesto cabecilla del sindicato asesino y extorsionador le cuente "la Traviata" a los policías en la sala de interrogatorios? ¿Y por qué justifica su sorprendente incompetencia contentándose con que tanto defendido como policías antepongan a sus testimonios un engañoso "hipotéticamente"? En la Primera Temporada medía y analizaba cada palabra que decía su defendido y le instaba a callar, que ya estaba él para responder, que para eso era su abogado; pues bien, todo lo contrario que en esta Temporada, una lección de incompetencia con un final poco trabajado, es como si el supuesto culpable tratara de explicarle al espectador con la ayuda de dos policías toda la trama del corrupto sindicato de policías, y su destacado papel en los delitos... y todo ello con Warren de convidado de piedra.
No sé...algo debió pasar entre James Cromwell y Bochco para que se le ofreciera tan escueto y ridículo papel esta Temporada ¿Se lio con su mujer?¿Se pegaron y juraron odio eterno?

2.-Tampoco me gustó cómo fue gestionada la trama de la entrega de los 70.000 $ por parte del hermano de Hildy que adeudaba al sindicato. No es normal que la persona que se encarga de coger el dinero y llevarlo adopte tan pocas precauciones,se deje seguir de forma tan descarada, y deje el dinero enfrente de la casa del encargado de guardar el dinero, que es igual o más descuidado: lo coge alegremente, sin tomar ninguna medida por si le están vigilando. Todo muy cutre,como si fueran un par de aficionados los que hubieran gestionado la operación.

No obstante, el peso de los aspectos positivos supera ampliamente los errores de guión, de tal forma que recomiendo su visionado: entretiene y atrapa al espectador.

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