martes, 23 de junio de 2015

TRUE DETECTIVE2:LA COMPARACIÓN DAÑINA

Tras ver el primer episodio de la Segunda Temporada de True Detective es inevitable sentir añoranza de ese restaurante que tanto nos gustó y que tras repetir la experiencia pasado un tiempo resultó decepcionante ¿Cambio de dueño?¿Perdió la inspiración el cocinero? El caso es que la comida no estuvo tan mal,pero las altas expectativas suelen ser jueces demasiado exigentes e ingratos...o quizás sea algo más profundo e irremediable:que algunas experiencias son irrepetibles,lo cuál desbarata cualquien intento de revivirlas.

Este primer capítulo es un "dejá vú" a otras series policiacas de personajes atormentados,amigos de la bebida y fanáticos de la violencia,con la incorporación de una policía que intuyo puede enriquecer la serie con su participación.
Todo indica que va a haber menos filosofía y más corrupción,menos humo pero más coches,menos psicoanálisis pero más histeria...


Pese a la pérdida de frescura visual y calidad interpretativa con relación a su  "hermana mayor" se nota que las manos que mueven los hilos son habilidosas, siguen manejando con eficacia la elipsis (esos paréntesis prescindibles que solo aportan la confirmación de obviedades o sexo para deleitar al espectador con variadas habilidades amatorias), maestría en la filmación de muchas escenas en su aspecto formal: el encuadre,una buena fotografía, hábil movimiento de cámara, primeros planos que aportan profundidad dramática al personaje...
Además,y esto es impagable, nos explica cómo atajar con eficacia el acoso escolar (bullying),tan dañino y destructivo para el más débil y que suele dejarle secuelas tanto físicas como psicológicas.

¡OJO,SPOILER!
El premio a la escena más absurda se lo doy a ese viaje en moto casi suicida de Paul,el ex-soldado de la pastillita azul,sin casco y acelerando cada vez más...hasta que se desconcentra un segundo,suficiente para salirse de la carretera,y a juzgar por el cuentakilómetros a más de 200 km/h. Pero tranquilos,pese a acabar en un camino de tierra que debe resbalar un montón para una moto descontrolada la consigue frenar en menos de 10 metros y la domina con un derrape final como si se tratara del mismísimo Mark Márquez. El día que logren poner los frenos de su moto al resto de motos podemos decir sin miedo a equivocarnos que la mortalidad de los motoristas será residual,porque si es capaz de frenar en tierra una moto que va a 200 km/h en apenas 10 metros...¿Os imagináis  lo que podría hacer frenando en asfalto,que tiene más agarre?¿Frenarla en 3 metros?¿Quizás en 2?
Pero el cúmulo de despropósitos no acaba ahí,ya que tras detener su moto ve a una persona sentada en un banco,inmóvil ¡Oh! ¡Está muerto! Con los miles de kilómetros  que hay de solitaria tierra y árboles huérfanos casi se empotra contra un muerto en mitad de la nada. Que me perdonen los que piensan lo contrario,pero sigo pensando que la casualidad en el cine es el recurso más fácil para compensar la falta de ideas para engarzar una trama coherente.

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